Sor Hortensia Rizo llega al cielo

Sor Hortensia Rizo, FMA

(DECOSAL - Santo Domingo) - Hoy, 17 de abril de 2011, en la Casa Madre Ersilia Crugnola de Santo Domingo ha partido a la casa del Padre Sor Hortensia Rizo, Hija de María Auxiliadora.

La misa de 9 días por su eterno descanso será el sábado 30 del mes en curso a las 4:00 p.m. en María Auxiliadora.

Sor Hortensia Rizo, FMA

Nació en Camagüey, Cuba el 30 de julio del 1924.

Profesó el 6 de agosto de 1950 en Guanabacoa, Cuba.

Perteneciente a la Inspectoría Antillana “San José”.

En el trayecto de su vida religiosa salesiana pasó por las casa de María Auxiliadora  de la Vigía, Cuba, María Auxiliadora de Santo Domingo y de Moca, Sagrado Corazón de Jesús y Madre Mazzarello. En Moca desplegó con amplitud su labor apostólica siendo la primera directora del Centro de costura Madre Mazzarello. Es aquí donde da un notable impulso a la formación de la mujer, haciendo realidad su sueño: vivir la vida religiosa salvando almas. Además se desempeñó como maestra de la escuela elemental, dibujo y manualidades, dedicándose con esmero a la misión confiada. En 1996 dado su estado de salud delicado fue traslada a la casa Madre Ersilia Crugnola donde expresó sentirse feliz porque estaba haciendo la voluntad de Dios.

Se distinguió por su carácter alegre, cariñoso y jovial. Era piadosa, participaba con gusto en la oración comunitaria y aunque en los últimos años no podía sostener ningún libro en sus manos, sabía dejar escapar de su humilde corazón expresiones profundas, oraciones espontáneas que ponían de manifiesto su unión con Dios y hasta llegó a expresar que siempre estaba en oración. Amante de la Santísima Virgen, expresaba su amor con el rezo del rosario e inculcaba en sus alumnas la devoción a María Auxiliadora. Pese a las limitaciones de su salud y edad se mantenía serena colaborando con gran docilidad con quienes la atendían, agradeciendo el servicio y aceptando con gozo la voluntad de Dios. Tenía gran sentido de pertenencia al Instituto y a la Inspectoría poniendo de manifiesto el cariño hacia las superioras, acogiéndolas con alegría y participando en la vida de la comunidad y de manera particular tomaba parte en los teatros, fiestas e iniciativas comunitarias.

Su muerte ha impactado por la serenidad y rapidez con que ha pasado a los brazos del Padre en compañía de sus hermanas que elevaban oraciones en un ambiente de paz.