lunes, 4 de abril de 2011

Notas sobre el uso de la BAS

En vista de que hay muchas irregularidades en el uso de la BAS por parte de los “salesianos”, me veo obligado a remediar el desorden en su base con esta nota.


Queda seguro que los usuarios privilegiados de la BAS son los miembros de la Familia Salesiana, particularmente los estudiantes de la Galván. Pero se ha llegado a un estado de “abuso” a propósito de los préstamos externos, por desconocimiento de las normas establecidas. 


Se llega a creer que cada uno es “dueño”, no “usuario’, del libro que necesita. Y no es así: hay que distinguir: todos los libros están al alcance inmediato para uso en la sede, pero solo algunos 
entran en la condición de préstamo. Conviene que todos conozcan el manejo de la BAS.
Las normas aprobadas por la institución desde su fundación son sencillas:
A)    Número de libros que se pueden tomar en préstamo simultáneo: para consulta ordinaria solo tres títulos; para los que trabajan en tesis cinco títulos.
B)     Tiempo de préstamo: ordinario, dos semanas de calendario; para los que trabajan en tesis tres semanas de calendario.
Según esto, (número y tiempo) no hay préstamos indefinidos; y superado el número y pasado el tiempo, debe devolverse el libro.
El privilegio consiste en que todo está a disposición, pero la BAS es una institución con normas. Para solicitar un préstamo debe constar en el registro el nombre, la fecha, y los datos del libro. Debe saberse que no son objetos de préstamo: el libro perteneciente a una obra en varios volúmenes; no se prestan libros para uso de otra persona; no se prestan libros consideraros de “valor” por el bibliotecario (por ser raros o exclusivos); no se prestan los libros en uso de la sala de referencia.
Solo así se evitará que un libro, acaparado por un usuario quede fuera de uso por meses. 
Solo así se evitará que un solo lector acumule todos los libros sobre un autor o un tema. 
Solo así la BAS defenderá el derecho de todo usuario.
No tiene sentido que un libro de consulta esté en uso privado. No tiene sentido que la institución pierda el control de lo que es común.

P. Jesús Hernández, sdb
Director de la BAS

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